“No temas a las presiones. Recuerda que la presión es lo que hace a un pedazo de carbón convertirse en un diamante” Anónimo. Se podría enumerar una larga y a buen seguro certera lista de razones por las que el Barça-Madrid suscita tanta intensidad. De todas ellas, me quedo con una: la presión. Soy de las que piensa que hay que aceptarla, cederle el paso para conocerla, observarnos junto a ella y aprender a reconocernos con sus interacciones y el feedback que nos genera. ¿Por qué negarla? Hacerse los despistados no va a hacer que desaparezca, como tampoco aceptarla hace que sea lo único y lo más hasta el punto que asfixie. Se trata de dar un paso más allá: ¿hasta dónde bloquea la intencionalidad de un jugador? Partiendo de este titular, pensemos cómo puede interferir, sin llegar a ser patológica, en la permeabilidad emocional de una persona que está realizando su trabajo en las condiciones como las de un partido como al que nos estamos refiriend...